Beneficios del juego

Jugar es un derecho de la infancia, reconocido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño y una necesidadfundamental para su desarrollo físico, social y emocional, por lo que corresponde a padres, educadores y a la sociedad en general posibilitar tiempo, espacios y recursos para que los niños puedan hacer que el juego sea la verdadera misión de la infancia.El juego aporta infinidad de beneficios en las distintas esferas de la realidad, que pasamos a detallar a continuación para poder comprender toda su riqueza:

JUEGO Y SOCIEDAD

Jugar nos enseña a vivir. A través del juego aprendemos a respetar las normas, tolerar la frustración, encajar derrotas y celebrar victorias, ser pacientes, resolutivos, empáticos y en definitiva a desarrollar todas las actitudes, conductas y emociones que nos permitirán integrarnos en la sociedad y ser ciudadanos felices.

JUEGO Y EDUCACIÓN

El juego es una herramienta imprescindible en la educación de los niños. A través del juego los menores descubren, investigan, reflexionan, prueban,… El juego les permite “recortar un trocito del mundo y manipularlo” en palabras de Tonucci.
De hecho, físicos como el estadounidense Robert Oppenheimer dice que niños jugando en la calle serían capaces de resolver algunos de los problemas clave en física, ya que ellos tienen formas de percepción sensitiva que, como adultos, perdemos con el tiempo y se ha demostrado que todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando en la primera etapa de la vida (de 0 a 6 años).

JUEGO Y SALUD

Jugar es saludable.
El juego es imprescindible para el desarrollo de los niños. A través del juego los niños realizan diferentes actividades físicas, ejercitan sus habilidades y desarrollan sus destrezas un entorno lúdico que propicia su bienestar emocional y su felicidad, lo que a su vez redunda en la creación de nuevas interconexiones que estimulan su desarrollo cognitivo y físico.
Jugar es esencial para que los niños crezcan saludablemente y expresen sus emociones. A través del juego los niños son capaces de exteriorizar sus temores y aprender a gestionar sus fracasos y problemas, lo que facilita la salud mental de los niños y por ende su salud física.
Un niño que juega es un niño sano.

JUEGO Y EMOCIONES

El juego es la esencia de la infancia, la materia prima que nutre los descubrimientos y el aprendizaje del mundo que le rodea, a través del ejercicio pleno de los sentidos y de la experimentación y el disfrute intenso del momento presente que conduce a la felicidad.
A través del juego los niños pueden explorar sus emociones, identificar sus sentimientos y construir una inteligencia emocional que le permitirá afrontar con optimismo los desafíos de la vida.
Por eso un niño que juega es un niño feliz. Un niño que voluntariamente ha dejado de jugar es un niño enfermo.